ROI M'AZIAZ
"EL LUCHADOR DE LAS
LIBERTADES MUSICALES"
por: Miguel Garro
Viejo luchador del free jazz. Cambios y hábitos de un estándar en el estructurado arte de
improvisar y no dejar de ser un incrédulo consuetudinario al intentarlo.
Muchas cosas han cambiado en los últimos dos años en la vida
de Roi M'aziaz, uno de los jazzistas más perseverantes de la provincia. Una de
ella es evidente: bajó casi treinta kilos como consecuencia de una dieta sin
dulces ni pastas y sesiones de entrenamientos que lo lleva a trotar día por
medio y a subirse a la bicicleta y recorrer varios kilómetros. Junto a esas modificaciones, hay otras
cuestiones, menos visibles, que hacen que el multinstrumentista parezca un
hombre nuevo. Un ejemplo más. En la entrevista que tuvo en la semana con ETC (Suplemento
artístico del Diario de La República) Roi accedió a explicar el nombre de
algunas de sus obras. En su discografía desfilan nombres como YONGARY MOTHRA,
DURA CRESTA MENTAL o HYPNAGOGIES REFLEXIVAMENTE BLANDA. Años que se suman los modelos 2013 TWANG
SWIRL grabado en conjunto con el bajista Mauricio Mariojouls BARANDAACAN
SPLENDID , ese es uno de los títulos que M'aziaz pasa a explicar; "Cuando tocaba
con Federico Farías, a él le molestaba mucho que hubiera perros en casa. Decía
que tenían olor, por eso lo de Barandaacan, o sea; baranda a can. La traducción
sería "un esplendido olor a perro" .Algo de razón pudo tener Federico
Farías, Roi tiene en su casa un Boxer
macho y tres hembras, una de las cuales acaba de tener cría. Hay más cosas q el músico acumula en su hogar: tiene
diez saxos, siete teclados y una gran cantidad de instrumentos exóticos (ahora está
enloquecido con un shenai, una suerte de oboe indio) que cada tanto agarra, además
de su fastuosa colección de música de free jazz y libre improvisación.
Con el concepto del free jazz instalado en su música
definitivamente, Roi dice que el ensayo casi ya no es necesario. Por eso no se
acobarda a la hora de enfrentar al público junto a un baterista que estudia música
en Córdoba con el que se juntan dos veces al año, y de esa unión surge PLAN
MO un dúo de libre improvisación.
"Lo importante es lo que nos podamos transmitir arriba del
escenario". Roi define su vida como un caos organizado y dice que a los 42
años es un "adolescente grande". Tiene dos hijos a los que educó
inevitablemente cerca del arte. El más grande Ulises, de 20 años, tiene talento
para la plástica e ilustró algunos de los discos de su padre. El más chico,
Gian, de 5 años, ya se sienta al teclado y le gusta interpretar el tema de
Halloween , el film de Carpenter, pero por ahora prefiere más las clases de
Chaiu do Kwan.
En el metódico sistema de un músico que disfruta su libertad
para tocar, hay una contradicción que para Roi no es tal. "La música es
tiempo y espacio. Hay que respetar eso. Desde siempre, el hombre trata de
capturar el arte en una imagen o en una grabación, por eso prefiero el en
Vivo".
En esa elección hay también algo místico. Roi se define como
doble A, y no por las pilas, sino por su condición de ateo y apolítico. Pero últimamente
hay algo sobrenatural (?) que dice, lo conmueve. "Muchas veces me pasó
que en el medio de un concierto siento
algo extraño, yo lo atribuyo al Tao". Lo disciplinario en M'aziaz está también,
en lo que viene por fuera de la música. No toma alcohol y no fuma porque no
quiere que le falte energía y lucidez a la hora de tocar. "Hay que ser
cuidadoso con eso y si bien hay muchas leyendas del jazz que estuvieron cerca
de cuestiones criticas y viciosas... trato de no embaucarme en esos fatos,
trato de tener una disciplina para volar con la música. El free es un
estilo muy especial, que te permite libertades y decisiones nunca tomadas... Pero tenès que tener la música muy dentro de tu ser para que salga bien, para
que sea libertad autentica".
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